¿Qué es Literatura?
Aquí presentamos
la tan esperada pregunta del millón y de la cual se desprenden otras más.
Los textos se presentan
ante nosotros de muchas formas (novelas, cuentos, ensayos, artículos, poemas,
etc.), pero acaso ¿son todos los textos
literatura? Y es que lo que consideran algunos como literatura para otros,
no lo es. Podemos preguntar qué es
literatura a la dueña de un salón de belleza
que en una de sus estanterías tiene infinidad de revistas de la
farándula y nos puede contestar con absoluta seguridad que para ella, eso es
literatura y, si hacemos esta misma pregunta a unas jovencitas de secundaria y
a un catedrático con doctorado en letras inglesas cada uno nos dará una repuesta diferente, por
lo tanto ¿qué hacemos para diferenciar lo que no es literatura de lo que sí es?
En el libro Una introducción Literaria, Terry Eagleton
se plantea esta misma pregunta. Empieza a distinguir el “hecho” de la “ficción”,
los escritos “creadores" o
"de imaginación" con los que no tienen estas cualidades, no obstante estas
distinciones no logran responder a su pregunta por lo que decide centrarse ya
no en lo imaginario del texto sino en el empleo que este hace de la lengua y recurre
a los formalistas rusos, sin embargo, el análisis que estos hicieron se enfocó
más en las estructuras del lenguaje, es decir, “la forma literaria” y dejaron de lado el
análisis del “contenido literario”, considerando sólo a la poesía como
literatura y todos sabemos que la literatura va más allá de la poesía.
Cómo afirma
Eagleton no podemos definir la literatura "objetivamente" ya que esta definición no va a estar sujeta a la
naturaleza de lo escrito sino a cómo la gente se relaciona con lo escrito, la
forma en que se lee. Un determinado texto va a desempeñar un determinado papel
dependiendo de la manera en que el lector lo asuma. Por ejemplo, si deseamos
que un texto adquiera la cualidad de “literario” este debería pertenecer a la categoría
de lo “bien escrito” pero ¿qué sucede con los best-seller? Estos tienen una
connotación negativa por estar plagados de clichés y fórmulas editoriales
repetitivas que lo único que buscan es generar altas ventas pero también gozan de
una altísima aceptación por parte del público. La realidad es que los juicios
de valor juegan un papel sumamente importante ya que a partir de ellos es que
se intenta definir a la literatura y entonces ya no es que “deba pertenecer a
lo bien escrito si no que pertenezca a lo
que se considera bien escrito” (p. 10).
Es por esto que la literatura no
puede ser considerada como una entidad estable por que el valor que se atribuye
a determinadas obras es transitorio
y puede cambiar con el tiempo. Pese a que no podemos considerar a la literatura
como objetiva “tampoco puede decirse que la literatura no pasa de ser lo que la
gente caprichosamente decide llamar literatura” (p.13) porque recordemos que un
juicio de valor está basado en
un conjunto particular de valores o un sistema de valores específico que se
relaciona estrechamente con las
ideologías sociales.
Revisado.
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