Terry Eagleton. Cuestionario
Post-estructuralismo (parte II)
1- ¿Qué es un signo saludable y un signo doble?
El signo saludable es aquel que llama
la atención sobre su propia arbitrariedad, y que en el preciso momento de transmitir
un significado, comunica también algo de su propia condición relativa,
artificial. El signo es el que hace señales dirigidas a su propia existencia
material a la vez que transmite un significado.
2- ¿Qué es un texto escribible?
Es el
texto que anima al crítico a modelarlo, a trasladarlo a diferentes tipos de
discurso, a producir un juego propio semiarbitrario de significado en contraposición
a la obra y en donde el lector o el crítico cambian su papel de consumidor por
el de productor. El texto escribible es por lo general modernista, carece de
significado preciso y de "significados" fijos, está compuesto de
varios elementos difusos, constituye un tejido inagotable de significantes y fragmentos de códigos.
3- ¿Cuál es el grado cero de la escritura?
Se considera
el escribir como un acto intransitivo no se escribía sobre un tópico específico
y con una finalidad en particular; el escribir era, en sí mismo, una finalidad.
Se suspende el referente y las palabras se toman como objeto, buscando la
neutralidad.
4- ¿Cuál
es el último terreno que queda al placer del significante?
El escribir o el
leer-como-si-se-escribiera, constituye el último terreno sin colonizar donde el
intelectual puede esparcirse, saborear la suntuosidad del significante.
5- ¿Cuál es la relación entre el post-estructuralismo y el compromiso
político?
El postestructuralismo que fue producto de esa
mezcla de euforia y desilusión, liberación y disipación, carnaval y catástrofe
de 1968. Siendo incapaz de romper las estructuras del poder estatal, el postestructuralismo
vio que sí era posible subvertir la estructura del lenguaje e influir en la
sociedad.
6- ¿Cuáles son los argumentos de Eagleton contra los
post-estructuralistas?
Para Eagleton la desconstrucción
anglonorteamericana no es otra cosa que el retorno del antiguo formalismo de la
Nueva Crítica que ve el texto literario como una feliz interrupción de la
creencia doctrinal en un mundo cada vez más ideológico.
La desconstrucción anglonorteamericana hace caso
omiso de la esfera de verdadera lucha, y prosigue revolviendo sus textos
críticos cerrados. Estos textos son cerrados precisamente porque están vacíos:
poco puede hacerse con ellos, excepto admirar la forma implacable con que se
diluyeron todas las partículas positivas de significado textual.
7- Busca un
texto que ejemplifique el signo saludable y el signo doble
Según lo que Eagleton plantea
podemos tomar como un signo “saludable” textos pertenecientes al realismo (en
este caso se utilizó un fragmento de la novela La taberna de Emile Zola) ya que naturalizan la realidad social y permitiendo realizar una
descripción amplia y objetiva de ambientes y personajes.
“En la fría mañana continuaba el ruido del rebaño que pasaba por la
barrera. Era fácil reconocer a los cerrajeros por sus mandiles azules, a los
albañiles por sus blusas blancas, a los pintores por sus sobretodos, bajo los
cuales aparecían largas blusas. Desde lejos, esta multitud ofrecía un aspecto
borroso, un matiz indefinible, en el que dominaban el azul descolorido y el
gris sucio. De cuando en cuando un obrero se detenía y encendía su pipa,
mientras los demás pasaban por su lado sin detenerse, sin sonreír, sin decir una
palabra al camarada, con las mejillas terrosas, la cara dirigida., hacia París,
que uno tras otro los devoraba por la anchurosa calle del arrabal Poissonnière.”
Para el ejemplo el signo doble he
escogido un poema de Rubén Darío, ya que basándome en lo dicho por Eagleton
este hace
señales dirigidas a su propia existencia material a la vez que transmite un
significado.
A René Pérez
Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.
Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,
¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...
Revisado.
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